Mujeres

sábado, 20 de julio de 2013

La autoestima

Autoestima…Utilizamos esta palabra con mucha frecuencia, “eso es porque tienes la autoestima baja”, “lo que tienes que hacer es subir tu autoestima”, “mira que creída/o, no puede tener la autoestima más alta”…pero realmente, ¿sabemos exactamente qué es y su importancia para nuestro desarrollo personal? Conozcámosla un poco mejor.


La autoimagen, es todas aquellas cualidades, capacidades, formas de pensar, etc que nos atribuimos a nosotros mismos. La autoestima, es la valoración que hacemos de nosotros mismos, teniendo en cuenta nuestra autoimagen. Nos gustamos o no, nos sentimos listos o tontos, guapos o feos…


Esta autovaloración es muy importante, ya que en función de cómo sea actuaremos de una forma o de otra. Si nuestra autovaloración es positiva, nos pondremos menos trabas porque nos veremos capaces de realizar cualquier cosa, y nuestro desarrollo personal será mucho mayor y positivo. Por el contrario, si nuestra autoestima es baja, nos autolimitamos de forma inconsciente y seremos más propensos al fracaso, porque no nos veremos capaces de hacer nada.


La autoestima se desarrolla poco a poco a lo largo de la vida. Con cada experiencia, con cada etapa, nos aporta nueva información que incorporamos a ese concepto de uno mismo. Con las primeras experiencias de la infancia, en las que descubrimos que somos diferentes a los demás, aprendemos que gustamos a unos y no a otros, vivimos rechazos, y comenzamos a generar una idea sobre lo que valemos para los demás y para nosotros. El hecho de que en el colegio hayamos vivido situaciones de rechazo o acoso, es importante, ya no solo por el dolor que produce una vivencia de esa índole durante esa época, sino por los daños colaterales que nos producirá en el futuro. En función de las experiencias vividas durante la infancia, la adolescencia se vivirá de una u otra manera.


La adolescencia, es una etapa crítica en el desarrollo de la autoestima. Durante esa época definimos nuestra identidad y conocemos nuestras posibilidades como seres humanos. Necesitamos sentir-nos identificados con iguales (de ahí que los amigos cobren tanta importancia en este periodo), para sentir-nos valiosos y útiles. Pasamos de la dependencia absoluta de nuestros padres, a confiar en nosotros mismos y en nuestros propios recursos. Si durante la infancia se ha forjado una buena autoestima, esta etapa será más sana y fácil, si por el contrario llegamos a ella con una mala autoestima, la adolescencia nos será muy difícil y nos causará muchos desequilibrios.


Pasada esta etapa crítica, nuestra autoestima irá modificándose en función de nuestras vivencias, todo y que tendrá un patrón marcado, aquel que habremos obtenido durante nuestro desarrollo.


La autoestima baja se caracteriza por una visión negativa de nosotros mismos, normalmente distorsionada. Las personas con baja autoestima, acostumbran a realizar conductas como:

Razonamiento emocional: Cualquier cosa que se siente, es verdad. Por ejemplo: “me siento solo, eso quiere decir que estoy solo, que no tengo amigos”. No, todos nos sentimos solos en alguna ocasión, y eso no quiere decir que no tengamos gente que nos quiere a nuestro alrededor.Lecturas de pensamiento: Suponemos que no gustamos a los demás, que no les interesamos, que piensan mal de nosotros…sin ningún fundamento. Si no tenemos pruebas fiables de ello, no vayamos pensando eso de antemano, y de todas formas, si fuera verdad ¿qué pasa? Nada. Tenemos que asumir que no gustaremos a todo el mundo.Personalización: Pensamos que cualquier cosa negativa va con nosotros y nos comparamos de forma negativa con los demás. Por ejemplo: alguien tiene un mal  día, rápidamente pensamos que es nuestra culpa y que algo hemos hecho.Autoacusación: Nos creemos culpables de todo. Cualquier cosa que sucede a nuestro alrededor es nuestra culpa y nos responsabilizamos de ello. ¡Cuidado! Porque es muy fácil aprovecharse de este tipo de conductas para rehuir responsabilidades. Normal, ¿si alguien se autoimpone esa culpa porque me la voy a poner yo?Pensamiento polarizado: Pensamientos extremos, o blanco o negro, no existe el gris. O me quiere o me odia. O lo hago bien o mal. No existen los puntos intermedios.Designación global: Se utilizan absolutos para describirse a uno mismo, en lugar de términos para designar el momento actual. Por ejemplo: haces algo mal y dices “¡Que patoso/a soy!” en lugar de” ¡Que patoso/a!”. Parece una tontería pero no lo es. Por un solo momento no puedes describirte en general como una persona torpe o patosa (siguiendo el ejemplo).Sobregeneralización: Es un poco parecido al punto anterior. A partir de un acontecimiento aislado se generaliza. Por ejemplo: Si fracasamos en algún momento en algo muy concreto, desde ese momento pasaremos a “soy un fracasado/a”. Interiorizas que a partir de ahí fracasaras en cualquier cosa que hagas, y probablemente sucederá así, porque la actitud con la que harás las cosas te predispondrá al fracaso.

¿Qué, te has visto reflejado? Es probable que en algunos puntos sí, pero es normal, todos alguna vez nos hemos sentido de esta forma. El problema aparece cuando te has identificado en todos o casi todos los puntos. Tener la autoestima baja, ya hemos visto que no es cosa de broma, puede influir en nuestra vida de muchas formas, y ninguna positiva. ¡Pero no te preocupes! Veamos algunos Tips para que la podamos mejorar:

Convierte lo negativo en positivo: Por suerte nosotros podemos controlar nuestros pensamientos, así que cuando aparezca un pensamiento derrotista y destructivo…! frénalo y conviértelo!  Ejemplo: “No voy a poder hacerlo, soy muy torpe” –> “Si me lo propongo puedo hacer cualquier cosa, y si no sale bien, no pasa nada”No generalices: Por una cosa (o dos o tres o cuatro) que hagamos mal no lo generalices a todos los ámbitos de la vida. Puede que haya cosas no nos salgan bien (como le pasa a todo el mundo), pero eso no significa que nada a partir de ese momento nos vaya a salir bien. Asumir fracasos es tan importante como saber disfrutar de los éxitos, nos hacen crecer como personas.Centra tu atención en aquello que haces bien o que es positivo en tu vida: una persona con la autoestima baja solo es capaz de ver aquello que es negativo en su vida o lo que no hace bien. En ocasiones estamos tan concentrados viendo lo negativo, que somos incapaces de ver todo aquello que sí hacemos bien, o que sí funciona en nuestra vida. Lo que está claro, es que lo que no queramos ver no lo veremos.  Abramos nuestro campo de visión, descubriremos cosas que siempre han estado ahí y no habíamos visto antes.No te compares y acéptate: ¿Nunca has oído eso de, las comparaciones son odiosas? Pues si se dice es porque es cierto. Aprendamos a no compararos constantemente con los demás. Siempre habrá gente que es mejor y gente que es peor, pero nuestro amor propio no puede modularse en función de cómo son los demás. Todos somos diferentes. Lo que tenemos que hacer, es asumir como somos y querernos por ello. Así que si te sorprendes comparándote con alguien, frena ese pensamiento, porque no te traerá nada bueno (ni cuando la comparación es a favor tuyo, porque tarde o temprano, la comparación se girará en contra).Confía en ti: Confía en tus opiniones, en tus criterios y en todas tus actuaciones. Se coherente contigo mismo. Es importante que aprendamos a actuar sin estar continuamente buscando la aprobación de los demás. La aprobación más importante que necesitamos, es la nuestra.Esfuérzate para mejorar aquello que no te gusta: Si realmente estas tan insatisfecho con aspectos de ti o de tu vida, pues esfuérzate por cambiarlos o mejorarlos. Plantéate objetivos viables y lucha para que se cumplan. Lo que no podemos es, resignarnos a ser de esa forma y quejarnos para siempre. Con esfuerzo conseguiremos más de lo que nosotros creemos. Una buena técnica es elaborar proyectos de superación personal. Es muy sencillo, los pasos a seguir son:Plantearse una meta viable y concretaDefine lo que tienes que hacer para conseguirloOrganízate. Ves paso a paso.¡Ponte manos a la obra! Ves evaluando durante el proceso como va y cambia lo que necesites sobre la marcha.

Ahora que ya tienes toda esta información, solo necesitas ponerla a prueba. Se constante, no vale hacer esto 10 minutos y seguir lamentándose. En esta vida todo cuesta esfuerzo y dedicación, pero…como una vez me dijeron… si las cosas fueran fáciles no tendría tanta gracia hacerlas, ¿no?


 

viernes, 8 de marzo de 2013


Origen del Día Internacional de la Mujer   




Hoy, 8 de marzo se celebra el Día Internacional de la Mujer, pero contrariamente a lo que se cree en muchos círculos sociales, su nacimiento no radica en un acontecimiento aislado, sobre el que ni tan siquiera existía consenso entre la historiografía norteamericana y la española, sino que ha de encuadrarse en un contexto histórico e ideológico mucho más amplio.

En la historiografía española la conmemoración del 8 de marzo se vincula, de forma equivocada, al incendio ocurrido el citado día del año 1908 en una fábrica textil de Nueva York, provocado por el propio empresario ante las obreras declaradas en huelga y encerradas en el inmueble.

En la historiografía estadounidense se vincula, también de forma incorrecta el origen del 8 de marzo a una manifestación de trabajadoras del sector textil en la ciudad de Nueva York que reivindicaban mejoras laborales.

Según el Diccionario Ideológico Feminista de Victoria Sau, “se considera una jornada de lucha feminista en todo el mundo en conmemoración del día 8 de marzo de 1908 en que las trabajadoras de una fábrica textil de Nueva York llamada Cotton declararon una huelga en protesta por las condiciones insoportables de trabajo. El dueño no aceptó la huelga y las obreras ocuparon la fábrica. El dueño cerró las puertas y prendió fuego muriendo abrasadas las 129 trabajadoras que había dentro (…)”.

Las referencias sobre el origen de la celebración del 8 de marzo que se basan en el incendio de la fábrica en Nueva York o en la manifestación de las trabajadoras son falsas debido a la manipulación de querer silenciar el verdadero origen de esta festividad. En relación al incendio, basta con mirar el calendario para hacer tambalear esta teoría. El 8 de marzo de 1908 era domingo, un día un tanto extraño para declararse en huelga sin perjudicar al empresario.

Sí que hubo un incendio en la fábrica de la Triangle Shirtwaist Company donde murieron muchas mujeres, la mayoría chicas inmigrantes de entre los 17 y 24 años, pero no fue el 8 de marzo de 1908, sino el 25 de marzo de 1911, dos días antes a la primera celebración del Día Internacional de la Mujer.

En relación a la manifestación, aunque ésta tuvo lugar, no fue ni el 8 de marzo de 1857, ni el 8 de marzo de 1908 como se suele referenciar. Fue el 27 de septiembre de 1909 cuando los/las empleado/as del textil hicieron una huelga de trece semanas hasta el 15 de febrero de 1910, en demanda de mejoras laborales, pero este acontecimiento tampoco es el origen de la celebración del 8 de marzo.

Las historiadoras Liliane Kandel y François Picq afirman que el mito que sitúa la manifestación en el año 1857 fue creado en 1955 para eliminar el carácter comunista que más tarde adquiriría el Día Internacional de la Mujer.

La decisión de convertir esta celebración en una festividad internacional corrió a cargo de Clara Zetkin (Sajonia, Alemania – 1857), líder del movimiento alemán de mujeres socialistas. Pero la propuesta presentada por Zetkin en la II Conferencia Internacional de Mujeres Socialistas, celebrada en Copenhague los días 26 y 27 de agosto de 1910, para organizar la celebración de un Día Internacional de la Mujer no era del todo original. Tenía un antecedente en el que inspirarse, el Women’s Day que las socialistas estadounidenses llevaban celebrando desde 1908, cuya finalidad era la reivindicación del derecho al voto para las mujeres. El Partido Socialista Americano designó el último domingo del mes de febrero, día 28 de 1909, como Woman’s Day, para reivindicar el derecho de las mujeres al sufragio. Y hasta el 1920 no fue aprobada la Decimonovena Enmienda de la Constitución Estadounidense por la que se otorgaba a las mujeres el derecho al sufragio.

El Día Internacional de la Mujer, que tiene sus orígenes indiscutiblemente en el movimiento internacional de mujeres socialistas de finales del siglo XIX, tenía como finalidad exclusiva promover la lucha por el derecho al voto femenino, sin ningún tipo de restricción basada en el nivel de riqueza, propiedades o educación.
De esta forma, la primera celebración del Día Internacional de la Mujer se produjo el 19 de marzo de 1911, y fue seguido en Austria, Alemania, Dinamarca y Suecia.

En los primeros años, el esta efeméride se festejaba en fechas diferentes según los países, pero en 1914, a propuesta de las feministas alemanas, se celebró por primera vez el 8 de marzo en Alemania, Suecia y Rusia. La única autora que se aventura a dar una explicación sobre la elección de esta fecha es Renée Côté, quien sólo apunta como posibilidad el hecho de que el mes de marzo estaba cargado de contenido revolucionario, pero sin dar ningún argumento sólido sobre por qué ese día en particular y no otro.

También la Revolución Rusa de 1917 tuvo una gran influencia a todos los niveles en la elección de este día internacional. Aunque el 8 de marzo se llevaba celebrando en Rusia desde 1914, en el año 1917 las mujeres rusas se amotinaron ante la falta de alimentos, dando inicio al proceso revolucionario que acabaría en el mes de octubre de ese mismo año. Los acontecimientos del 8 de marzo de 1917 (23 de febrero en su calendario) son importantes, no sólo porque dieron origen a la revolución y porque fueron protagonizados por mujeres, sino porque, según todo parece apuntar, esos sucesos fueron los que hicieron que el Día Internacional de la Mujer se pasara al celebrar sin más cambios hasta la actualidad el 8 de marzo.

Naciones Unidas, con ocasión de la celebración en 1975 del Año Internacional de la Mujer, ofreció una versión de los hechos que habían conducido al nacimiento de esta conmemoración femenina. Según Ana Isabel Álvarez, es muy interesante resaltar que en ese breve informe se silencian de manera absoluta los sucesos vividos en Rusia en 1917, que precisamente fueron los que harían del 8 de marzo el día elegido para celebrar el Día Internacional de la Mujer: “El Día Internacional de la Mujer fue propuesto por primera vez por Clara Zetkin, una representante de la Conferencia de Mujeres Socialistas, celebrada en Copenhague en 1910”.

Según Álvarez, “la propuesta llegó al comienzo de un periodo de gran transformación social y política en el mundo. Europa estaba al borde de la I Guerra Mundial, los imperios coloniales de Asia y África estaban sufriendo las primeras conmociones de la revuelta nacionalista, y en Norteamérica el movimiento por el sufragio femenino estaba cuestionando algunas de las presunciones de las relaciones humanas. La llamada de Clara Zetkin a las mujeres para unir su lucha por la igualdad de derechos con la lucha por preservar la paz mundial topó con un coral sensible”.

Cuando se celebró el primer Día Internacional de la Mujer en 1911, más de un millón de mujeres participó públicamente en él. Además del derecho a voto y a ocupar cargos públicos, demandaban el derecho a trabajar, a la enseñanza vocacional y el fin de la discriminación en el trabajo”.



jueves, 7 de marzo de 2013

miércoles, 6 de marzo de 2013


AUMENTAR/MEJORAR  LA AUTOESTIMA


 ¿Cómo podemos mejorar nuestra autoestima?. Para contestar a esa pregunta, tenemos que definir lo que es autoestima. Esta es una palabra que no todos los psicólogos la definen de la misma manera. También algunos pensarían que es sentirse bien con uno mismo, tener confianza en sí mismo, otros pensarían que es sentirse superior a los demás.
 
            Etimológicamente, la palabra autoestima, significa estimarse, amarse, quererse a sí mismo. Tenerse en estima. Así las personas que tienen poca autoestima, apenas se estiman a sí mismos, apenas se quieren, apenas se respetan, pues se consideran inferiores a los demás. Tener baja autoestima es sentirse inapropiado para la vida, sentirse inadecuado como persona, y por lo tanto incapacitado para responder a los desafíos propios de la existencia. En ese sentido la persona con autoestima baja se siente incompetente para realizar cualquier tarea que merezca cierto reto, retroceden ante cualquier dificultad por pequeña que sea. Por el contrario las personas con una alta autoestima se están retando diariamente a sí mismos, intentan resolver cualquier problema o desafio que les presenta la vida, se crecen resolviéndolo, aumentan la confianza en sí mismos sabiéndose competentes para realizar casi cualquier tarea, y si no lo son, buscan a aquellos profesionales que sí son capaces de resolverla. Intentan por todos los caminos posibles realizar sus sueños, esos que brotan del sí mismo, de su conciencia interior, de su centro interno.
 
            Para mejorar la autoestima primero hemos de ser conscientes que la tenemos baja, pues muchas personas gozan de una autoestima elevada y no necesitan aumentarla más, al revés, sería perjudicial que lo hicieran. En ese sentido hemos de distinguir las personas que precisan mejorar la autoestima de aquellas otras que ya la tienen alta. También hemos de distinguir la autoestima alta del orgullo. La autoestima es una línea continua, donde en el extremo inferior estarían aquellas personas que se sienten acomplejadas, se sientes inferiores a los demás, y en el extremo superior estarían las personas que han superado la autoestima alta y se acercan al orgullo excesivo, la prepotencia, la chulería, el sentirse superior a los demás. En ese extremo se encuentran las personas que explotan a los demás en beneficio propio, ya que solo tienen autoestima, es decir, sólo se quieren a sí mismos, como si ellos fueran los únicos en el mundo y como si su felicidad solo dependiera de que los demás les obedezcan y cumplan sus órdenes. En cierto sentido tambien se podría decir que su autoestima, de tanta que tienen ha explotado como un globo de gas, ha desaparecido, pues han dejado de respetarse a sí mismos y a los demás, han dejado de darse cuenta que pertenecen a un universo donde existen muchos seres, muchos microcosmos que como ellos tambien intentan ser felices, lo cual es imposible conseguir si no tenemos en cuenta los derechos de los demás: Mis derechos terminan donde empiezan los derechos del otro.
 
            Síntomas de una autoestima positiva:
 
1.- El ser humano se siente feliz por el simple hecho de estar vivo.
2.- Es capaz de hablar de sus logros y de sus fracasos de forma franca y espontánea.
3.- Se siente cómodo cuando recibe halagos y muestras de afecto.
4.- Está abierto a la critica y reconoce sus errores de forma natural.
5.- Su forma de reaccionar es tranquila y espontánea.
6.- Está abierto a nuevas ideas, experiencias y posibilidades de la vida.
7.- Es capaz de sentir la vida con buen humor frente a sí mismo y a los demas.
8.- Muestra un comportamiento asertivo, manteniendo su opinión frente a la de los demás, sin ser beligerante, con respeto hacia ellos.
9- Mantiene una actitud de armonía y dignidad incluso en situaciones de estrés.
 
            La autoestima se forma en la infancia, con el cariño y la aprobación adecuada de los padres. Ni demasiado cariño ni demasiado sobreprotección, pues ambos perjudican mucho a los niños en el crecimiento de su autoestima, y cuando lleguen a adultos verán que su conciencia interior, su sí mismo, no ha crecido, pues ha sido excesivamente cargado por una gran protección . Son los típicos padres que no dejan a sus hijos desempeñar algunas conductas porque temen que les ocurra algo, por temor a que les pase algo (se pierdan, se hieran, se golpeen), los niños crecen encerrados en una jaula de fuertes barrotes que les impide crecer como personas, como seres libres, como individuos con confianza en sí mismos. No pueden hacer casi nada, y cuando quieren hacer algo tienen que dirigirse a sus padres que les diran que NO, que no pueden salir a jugar con sus amigos, que no pueden ir en bicicleta por la plaza peatonal del pueblo, que no pueden bañarse en la piscina de su amigo, que no, que no. Esos barrotes de la jaula son psicológicos y los niños los tienen clavados en el alma, y crecen con esos miedos, con esas presiones paternas que les impide madurar como seres individuales. Unos padres sobreprotectores hacen mucho más daño a los niños que los padres autoritarios. Los padres autoritarios (no confundamos con maltratadores), apenas dan cariño a sus hijos, apenas se preocupan por ellos, son como los sargentos de la familia: imponen normas y éstas se tienen que cumplir, porque ellos las imponen y porque ellos mandan. No se puede cuestionar su autoridad. Nada es negociable, todo se tiene que acatar, si no, hay castigo. Aquí el niño se siente seguro en un ambiente rígido, contra el cual trata de luchar y de evadirse de él. El niño siente que su padre le reprime, le constriñe el alma y tratará por todos los medios de salir de esa cárcel. Es una cárcel objetiva, visible para el niño. Pero la jaula, la cárcel donde reside el niño con padres sobreprotectores no es visible, es invisible, el niño no la siente como cárcel, sino que piensa que sus padres son muy buenos porque se preocupan por él, y crece sumido en una inmadurez, en una limitación de movimientos que cuando crezca le pasaran factura. Por supuesto ni el padre excesivamente autoritario ni el padre sobreprotector , ni tampoco el permisivo, representan ningún modelo parental.
 
            Tambien los niños que han sido ninguneados, tratados de forma invisible, como si no existieran y no contaran para nada, los niños que no han recibido caricias, besos, abrazos, ni muestras de cariño, los niños golpeados, no amados por sus padres, han sentido un gran sufrimiento, y ese sufrimiento les produce un gran malestar que será difícil de solucionar en la etapa adulta, al menos por sí mismos, aunque no imposible, con ayuda de una buena psicoterapia.    
 
Cuando lleguen a adultos, esos niños, hijos de padres sobreprotectores, tendrán que realizar una misión necesaria en su vida, si quieren realizar cualquier tarea, cualquier profesión, cualquier relación social: MEJORAR LA AUTOESTIMA.
 
            Para mejorar la autoestima no se necesita tener más posesiones. Para mejorar la autoestima no hay que ser más guapos Para mejorar la autoestima no hay que ser  más jóvenes, más listos. No hay que ser  más ricos, más famosos. Para mejorar la autoestima no se necesita  tener más amigos. Indudablemente si tenemos todos esos aspectos satisfechos nos sentiremos mejor con nosotros mismos, o quizás no, depende de cómo tengamos la autoestima. La autoestima no tiene nada que ver con aspectos externos a la persona, sino con los aspectos internos, con nuestra confianza en nosotros mismos, con sentirnos bien con la vida, con respetarnos a nosotros mismos, con saber escucharnos a nosotros mismos, con saber lo que queremos, con conocer nuestros gustos e intereses, con saber estar solos sin sentirnos solos, con saber estar acompañados sin sentirnos minusvalorados o querernos esconder de los demás.
 
            ¿Qué podemos hacer para mejorar la autoestima?:
 
1.- Pensar que somos únicos en el universo,  no hay dos seres iguales, y por tanto somos perfectos en nuestra imperfección.
 
2.- Somos fundamentales para el desarrollo del universo, ya que sin nosotros el universo no existe para nosotros, pues ese universo que vemos existe para nosotros gracias a nosotros mismos.
 
3.- Ante las dificultades de la vida, pensar que son normales, inherentes a ella. Esta vida no es un nido de rosas sin espinas, las rosas siempre tienen espinas, y asumir esas dificultades como propias de la vida nos da empuje para resolverlas.
 
4.- Para mejorar la autoestima hemos de sabernos escuchar y para ello hemos de aprender a reflexionar en silencio, a meditar, y escuchar a ese sí mismo, a ese centro interior que nos dice lo que quiere, lo que le gusta. Estar relajados para escuchar a ese yo interior que nos revele sus sueños, sus deseos, sus objetivos en la vida.
 
5.- Para mejorar la autoestima hemos de querernos a nosotros mismos, en la misma media que queremos a los demás. No nos hemos de querer más que a los demás pero tampoco menos que a los demás, ya lo dijo un maestro espiritual y un gran psicólogo: “Ama al prójimo como a ti mismo”, ni menos que a ti mismo porque tu prójimo es igual a ti, ni más que a ti mismo, ya que entonces dejas de respetarte a ti mismo. Las mujeres que aman demasiado a los demás, deben realizar cursos para mejorar la autoestima, donde en esos cursos se ven ejemplos cotidianos y prácticos tendentes a mejorar la autoestima, cada uno según su situación y responsabilidades.
 
6.- Para mejorar la autoestima hemos de pensar por nosotros mismos, no ser pensados por los demás. Los demás no nos tienen que dictar nuestros pensamientos y mucho menos nuestra conducta. No podemos ser juguetes de los demás, no dejar de hacer las cosas que nos gustan por temor a lo que piensen los demás, reprimir nuestros intereses porque mi madre no le gusta eso, o mi pareja no quiere que yo haga tal cosa. Hemos de ser respetuosos y comprensivos con los demás. No hay dos seres iguales y en ese sentido hemos de comprender que cada uno es de una manera y tendrá sus propios gustos e intereses, los cuales hemos de saber respetar y aceptar. “El qué dirán” es la camisa de fuerza de una autoestima sana, pues muchas veces nos limita nuestra conducta y nuestros deseos.
 
7.- Para mejorar la autoestima hemos de saber aceptar la soledad en determinados momentos o etapas de nuestra vida. Si bien somos seres sociales y nos necesitamos unos a otros para sobrevivir, hay momentos en que no podemos estar acompañados, y por tanto en esos momentos que estamos solos no tenemos que sentirnos abandonados. Para aumentar la autoestima hemos de ejercitarnos en la soledad, hemos de aprender a estar solos, hemos de aprender a basar nuestra vida en nuestro centro interior, y esto solo lo podremos hacer si hemos aprendido a estar solos, y a no depender de los demás. Está claro que nos necesitamos, que necesitamos el cariño de los demás, que necesitamos la comunicación con los demás, sobre todo con nuestros semejantes o con nuestra pareja, pero para aumentar la autoestima hemos debido aprender a estar solos, y cuando estemos solos, sentirnos bien con nosotros mismos. Podemos echar de menos a alguien, pero no por ello nos encontraremos mal, con angustia, con tensión, con miedos a la soledad.
 
8.- Para aumentar la autoestima hemos de realizar nuestros sueños, pero sin perder de vista nuestras responsabilidades, sin alejarnos de nuestra realidad. Saber encajar nuestros sueños con la realidad es lo que nos ayudará a aumentar la autoestima.
 
9.- Para aumentar la autoestima hemos de saber integrar nuestros valores, nuestras creencias con nuestra conducta, con nuestros hechos. Necesitamos principios que guíen nuestras vidas, esos principios, esas normas podrán ser más apropiados o menos, pero lo que es cierto es que los necesitamos. A veces esas normas contradicen la vida, entonces tendremos que saber cuestionarlas y alejarnos de ellas, ya que no nos ayudan para aumentar la autoestima, pues pueden ir en contra de nuestra vida y desarrollo humano.
 
10.- Para mejorar la autoestima hemos de tener autoaceptación. Ello no implica que no podamos mejorar, cambiar nuestro aspecto exterior, nuestras condiciones materiales, nuestra casa, nuestra ropa, nuestro coche, nuestro trabajo, para mejorarlos. Significa no estar en guerra contra nosotros mismos, por tanto aceptamos lo real sobre nosotros mismos, los hechos sobre nosotros y los respetamos, aunque si no nos gustan , podemos mejorarlos. En el caso de que no tengamos posible mejoría, significa que su cambio no depende de nosotros , por lo tanto debemos autoaceptarlos.
 
11.- Para mejorar la autoestima no hemos de someternos a situaciones indeseables o violentas para nosotros mismos o nuestro cuerpo. No hemos de dejarnos manipular, violentar, someter, explotar, menospreciar, etc. Para aumentar la autoestima hemos de saber decir no ante situaciones indeseables para nosotros.
 
12.- Para aumentar la autoestima hemos de soñar alto, sabiendo que los sueños siempre nos impulsan hacia delante. A veces los conseguiremos, otras veces no, pero lo importante es que los sueños aniden en nuestro corazón y como el motor de un coche nos impulsen hacia adelante, a pesar de los fracasos que inevitablemente encontraremos en el camino.
 
13. – En resumen, para aumentar la autoestima hemos de querernos, hemos de sentirnos bien con nosotros mismos, pues somos únicos y por tanto perfectos, incluso en nuestra imperfección. Hemos de ser egoístas, es decir, centrarnos en nuestro yo interior, ese centro interno que nos dice lo que está bien y lo que está mal para nosotros y para los demás, ese centro interior que nos dice lo que nos gusta y lo que no nos gusta, ese sí mismo que desarrollamos en nuestro centro de PSICOLOGIA INTEGRAL PARA TODOS, como primer área de estudio. Si no nos queremos a nosotros mismos no podremos querer a los demás, podremos ser dependientes de los demás, pero nuestro amor hacia ellos no existirá, pues estaremos incapacitados para amarles. El amor a nosotros mismos nos conecta con nuestro mundo interno y al mismo tiempo con el mundo que nos rodea, ya no hay separación entre nosotros y el mundo, pues el amor nos ha unido. Ya no podemos ir contra nosotros y tampoco iremos contra el mundo. La tranquilidad y la paz habitarán en nuestro corazón y los demás seres que nos rodean se sentirán bien con nosotros pues les contagiaremos la alegría, la paz, el amor y la felicidad de sentirnos bien con nosotros mismos y con el mundo que nos rodea.

Fuente: http://www.psicologiaintegral.es